“En Internet nadie sabe que eres un perro”.
Estas palabras debajo de un cómic ilustraron durante mucho tiempo el supuesto anonimato en Internet. Pero mientras tanto eso se ha convertido en una ilusión. Todos los que usan Internet dejan una huella virtual con cada clic. Muchos usuarios ni siquiera son conscientes de esta situación. Las famosas cookies, por ejemplo, son uno de los instrumentos más importantes para la recolección de datos en la Internet, aunque el interés de los visitantes de los sitios web es cada vez menos prioritario. Además, la evaluación y venta de estos datos almacenados temporalmente es de interés hasta para la política y la economía. Como consecuencia, los usuarios suelen desactivar con más frecuencia las cookies en su navegador.
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